PescaFario: Queridos Pescadores

jueves, 7 de enero de 2010

Queridos Pescadores

OS deseo un feliz año , pero sobre todo mucha salud para todos vosotr@s y mucha ilusion,ya veris como sera un buen año, tanto para la pesca pero para vosotr@s que aun es mas importante.

Recibid un cordial saludo.....y buena pesca

Ramses

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Embalses y rios de la comunidad Valenciana

Río Guadalaviar En la sierra de Albarracín, provincia de Teruel, tiene su nacimiento el río Guadalaviar. Hasta Teruel mantiene la denominación del pueblo donde nace, pero a partir de esta ciudad, al unirse con el río Alfambra, cambia de fisonomía, de caudal y de nombre, llamándose Turia. Con un recorrido de 75 kilómetros y una anchura variable entre siete y diez metros, el Guadalaviar poseee una densidad de truchas muy destacable. Aguas abajo, encontramos la cola del embalse de El Arquillo de San Blas, con madrillas, carpa común, carpa royal, barbo, black-bass y trucha arco iris como especies más reseñables. Embalse de Benagéber Benagéber, meca de los lucios valencianos en los años 80, ha quedado en el olvido de los pescadores como consecuencia de su difícil orografía y el carisma de otros lugares como Contreras, Cortes y Tous. Los accesos al agua son limitados y los peces, de buen tamaño, muy reacios. Todos estos factores hacen que el pescador acabe desilusionado y no acuda a la cita con el lucio, bass, carpa royal y barbo que habitan estas aguas cristalinas. La sequía que asoló España en los primeros años de la década de los 90 redujo los niveles de Benagéber hasta llegar al 25 por ciento de su capacidad total. Hoy en día es un embalse que se va recuperando lentamente y que promete muchas alegrías para aquellos pescadores que reinicien sus relaciones con él. Embalse de Tous La tarde del 20 de octubre de 1982, fecha de la ruptura de la anterior presa, marcó la historia de este polémico embalse con un balance de nueve muertos y 27.000 damnificados. La nueva presa tiene una altura de 133 metros y una longitud de 1.300 metros, convirtiéndose en la mayor presa construida en España. En Tous podemos encontrar basses, lucios, carpas, alburnos, anguilas y luciopercas. Años atrás, la especie más común del embalse era el black-bass, pero la mayor presencia del lucio en los últimos tiempos ha reducido su número. Las luciopercas han entrado en Tous a través de los canales de trasvase que conectan los embalses del Tajo con los del Segura, pasando por el Júcar. Los ciprínidos, a pesar de su abundancia, gozan de poca aceptación entre los pescadores valencianos. La pesca de anguilas es complicada y son pocos los aficionados que se dedican a capturarla. Contreras. Todo lucios Los pescadores de lucio debemos mucho a estas aguas ya que, sin este especial depredador, Contreras sería un embalse insulso y sin alicientes especiales. Unas aguas verde turquesa y una respetable profundidad invitan a tentar al depredador, ya sea en sus extensos cortados o entre los viejos troncos podridos y sumergidos. Su particular aislamiento pronto tendrá su fin de la mano de una autovía que sobrepasará sus aguas, convirtiéndolo en el embalse más transitado de España. El lucio y el barbo son las principales especies en estas aguas. Otras seis más viven junto a éstas, destacando la carpa en sus dos variedades, royal y común, y por orden de importancia el bass, el alburno, la anguila y la trucha común. El lucio, la pieza más codiciada El lucio lleva alrededor de 10 años en estas aguas, no existiendo en su origen ni constando introducciones oficiales en el Cabriel. Se conoce con seguridad que el esócido ha ido ascendiendo por el río Cabriel desde el antiguo embalse de Embarcaderos, en la localidad valenciana de Cofrentes, donde confluye con el Júcar. Este último es un río de lucios. Desde esta población, el esócido ha ido ascendiendo por ambos cauces y en el caso del Cabriel ha llegado hasta la población de Villatoya, en el límite de las provincias de Valencia y Albacete, donde una pequeña presa ha supuesto una barrera artificial par su colonización. Este hecho no es casual, y se repite en todos los ecosistemas abiertos donde el lucio aparece. Ele ejemplo más claro y conocido en España se da en la subcuenca del río Esla, en Zamora, donde nuestro protagonista ha colonizado kilómetros y kilómetros de río, ascendiendo desde el embalse de Ricobayo, y llegando hasta pequeños cauces tributarios, como el Tera, Cea, Orbigo y Eria. La razón a tal ascenso viene justificada por necesidad de aguas con mayor concentración de oxígeno, búsqueda de frezaderos, etcétera, aunque personalmente me resisto a creer tales aseveraciones, ya que en mi opinión son demasiado sutiles. Me inclino a pensar que esa búsqueda de nuevos territorios, ese desplazamiento, se debe a causas provocadas por una saturación de las poblaciones de lucios en los tramos bajos del río o embalse, junto a una escasez de alimento. En un ecosistema donde aparece el lucio por primera vez, pasa cierto tiempo hasta que la población de depredadores es tal que hace peligrar su supervivencia, a la par que el alimento disminuye en diferente proporción. La población del lucio crece en progresión geométrica, mientras que la del alimento lo hace en progresión aritmética. Y esta situación no la puede mantener ningún ecosistema porque el depredador se encuentra en la cúpula de la cadena trófica, y su alimento en la base, en el primer escalón. Resultado: el lucio encuentra dificultades ante la creciente competencia por el alimento. Consecuencia: será necesario buscar nuevos recursos en otros territorios. Desde la población de Villatoya hasta el muro de la presa de Contreras, los lucios no llegan, debido a las barreras artificiales que existen y por las características del propio río, con menor profundidad y mayor corriente. Los ejemplares existentes provienen del propio embalse y acompañan a las sueltas de agua. Ya en el embalse, el lucio campa a sus anchas por todo su contorno, no existiendo una zona donde sea más abundante ya que mientras unos los pescan en la parte cercana a la presa, un servidor lo hace en la más alta, donde el río se ve frenado por el colchón de agua del embalse. Los grandes lucios de Contreras han sido pescados con intensidad en los últimos cuatro años. Se sacaban muy buenos ejemplares alrededor de seis kilos de peso, con algunos rondando los nueve y, de manera ocasional, los doce. Al año siguiente, las pescatas se intensificaron y la fama de los abundantes lucios de seis kilos iba a ser su final. Incluso llegaron pescadores de otras provincias y la pesca desde embarcación era habitual cada fin de semana. Un año más tarde, las capturas empezaron a eclipsarse, y fue lo más difícil sacar los tres o cuatro peces habituales. Ello fue su salvación, ya que, desde 1995 y hasta la fecha, la presión pesquera ha disminuido y el «bolo general» ha dejado muchas cañas en casa. Contreras es lugar de grandes lucios por una simple razón: no hay pequeños, porque las puesta se quedan en tierra. Sólo después de dos años de visitarlo, vi mi primer lucio menor de cinco kilos y tan sólo en 1997 pude sonsacar una sonrisa al ver como un diminuto pequeñín de apenas veinte centímetros atacaba a un señuelo de su misma talla. El hecho de que el desove de las hembras se quede en seco, se debe al fuerte desnivel que sufre el embalse, y a la escasez de frezaderos aptos para contener las huevas. En abril tardío, las hembras van cargadas de huevas de color naranja que van a depositar en las reculas más resguardadas, o en la parte superior del embalse donde desembocan varios arroyos. Las orillas del embalse albergan una vegetación muerta característica, los grandes árboles sumergidos, de troncos podridos y erosionados por las aguas. Sólo en las desembocaduras de las corrientes de agua de algunos barrancos o arroyos, la vegetación está viva y tapiza el fondo de las meras orillas. El lucio busca estos reductos para depositar su puesta. El problema viene cuando las aguas acusan un desnivel importante y a puesta se queda en seco. Esto no es exclusivo de este embalse, y se repite en otros como Buendía, en Guadalajara, y Alarcón, en Cuenca. Ambos son muy parecidos a Contreras, sobre todo el primero. La fuerte sequía del período 1990-1995 también tiene algo que ver en todo esto, ya que el año pasado el ascenso del nivel de las aguas –Contreras nunca ha llegado a la mitad de su capacidad– ha permitido que algunas puestas de lucio hayan seguido su ciclo natural, amén de que aumentasen los frezaderos al inundar las aguas nuevas zonas. De cualquier forma, el lucio es un animal muy frágil, y cualquier perturbación en el medio le afecta sobremanera. También hay bass El bass es el gran oportunista del embalse. Su población, sin ser abundante, da muy buenos ejemplares, y en Contreras existen basses que rozan los dos kilos y medio. Existe poco bass, pero con muchas calorías encima. Es sorprendente la recuperación de esta especie en los últimos años, como fruto del incremento del caudal del embalse y de la abundancia de alimento que ello conllevó. Hasta entonces, los ejemplares capturados entraban a los señuelos destinados al lucio, y de tarde en tarde se pescaban buenas piezas. El lucio ha eclipsado al bass en estas aguas, aunque todo es cuestión de tiempo para que la tendencia se invierta, visto el cambio que ha supuesto el alburno como fuente de alimento para su hambrienta población. No existe una zona clara de expansión y los peces, además de escasos, no se centran en zonas concretas. El bass, al igual que el lucio, no consigue frezar con éxito, existiendo ejemplares de dos generaciones diferentes: de tamaño medio y muy grande. El barbo es otra de las posibles capturas. Su abundancia suponía para el lucio su principal fuente de alimento antes de la llegada del alburno. El barbo busca el confort y el alimento que le proporcionan los arroyos y ríos, como el Mira, que desemboca en el embalse. La carpa común y royal de tamaño medio siguen al barbo en abundancia, siendo los ejemplares entorno a los tres kilos lo habitual. La anguila también conoce estas aguas a pesar de que su pesca, como en la mayoría de los pantanos españoles, no goza de prestigio como en países como Alemania, por poner un ejemplo. El alburno fue la novedad de la última temporada, y pronto estará en el «hit parade» de las especies de este lugar. Los grandes bancos de esta especie se hayan en la zona más septentrional, en el extremo opuesto donde se realizaron las sueltas en febrero de 1996, cuando fueron a parar a estas aguas 270 ejemplares en las cercanías de la presa. La población ha ascendido por el cauce buscando la corriente del Cabriel antes de transformarse en pantano. Especial mención merecen los escasos ejemplares de trucha común que, muy de tarde en tarde, se sacan en la desembocadura del río Mira. A principios de los 90 corrió la voz sobre la presencia de salvelinos en el embalse. No existen datos fiables sobre si los salvelinos, o se trataba de la captura de alguna trucha común que se había aclimatado a estas aguas y había cambiado su característica coloración. De cualquier manera, ahí queda esa anécdota. ¿Luciopercas en Contreras? En el último año se ha venido escuchando algún rumor sobre la existencia de esta especie en aguas de Contreras, y de aquí en adelante estos dichos van a plantearse en más de un centenar de aguas de similares características. Del rumor en ocasiones se pasa a la noticia, y ésta es consecuencia de la captura de al menos una pieza. Como de momento no ha existido este hecho, el rumor seguirá vigente. No obstante, pondría la mano en el fuego y creería en la existencia de luciopercas en Contreras, aunque la cantidad de ejemplares no superaría la docena. Ojalá me equivocase y la lucioperca no haya desembarcado en estas aguas. ¿Cómo pescar en Contreras? Quien quiera lucios en Contreras debe ser un experto en el manejo de pikies. En este caso, la talla grande dará pez enorme, siendo habitual el empleo de pikies de alrededor de 15 centímetros montados en un resistente anzuelo plomado. El tamaño puede aumentarse hasta los veinte centímetros, aunque la dificultad se traduce en el empleo de un arma potente y unos brazos musculosos. El color naranja tiene una magia especial en estas aguas, lo cual no tiene que extrañar, ya que es una de las mejores tonalidades para el pescador de lucio. El blanco o nácar es el otro en la lista de colores con éxito. En el caso de los crankbaits existe un modelo de Rapala, el «magnum» de tipo flotante en la talla 14 o 18, color GRF, que pesca lucios en estas aguas en los días más difíciles, cuando no funciona nada. Algo parecido ocurre con el Stretch de Mann's de tamaño mediano, color chartreusse, que da peces en manos expertas en los días de sonado bolo. Mención especial merecen las spinnerbaits de tamaño gigante, las utilizadas al otro lado del Atlántico para los muskies, y que nada tiene que ver con las empleadas para el bass. Su poder de atracción hay que agradecérselo a las gigantescas y llamativas palas que llaman la atención del lucio que se encuentra en diez metros a la redonda. Es por tanto un señuelo que permite pescar ampliamente y de una forma más efectiva. La claridad de las aguas de Contreras ayuda a que este «helicóptero» se vea a grandes distancias bajo el agua Las palas en color rojo llaman poderosamente la atención del depredador. El bass entra a los señuelos destinados al lucio, no habiendo una afición que se desplace ex profeso a la captura de basses. En mi último viaje a estas aguas pude divertirme mucho con la captura de varios basses como no lo había hecho nunca en Contreras. El pez estaba particularmente activo y no dudaba en atacar el pikie de color naranja de 15 centímetros que llevaba para el lucio, con su correspondiente terminal de acero. La clave: encontrar el momento justo. Los ciprínidos podemos engañarlos con las clásicas masillas elaboradas. No existe un colectivo que se dedique con atención a pescar barbos y carpas, ya que el pescador que se desplaza a Contreras lo hace tras el lucio, existiendo mejores zonas para los ciprínidos. La novedad del alburno tampoco trae adictos a su pesca, siendo más un complemento que un sustituto de los ciprínidos. La extensión del embalse y los contados accesos ayudan poco en la localización de estos pececillos y su distribución está relegada a zonas muy concretas, especialmente en la cabecera del lago. Accesos Contreras es accesible mediante la autovía Madrid-Valencia. Desde Valencia se llega tras recorrer 115 kilómetros, mientras que partiendo de Madrid la distancia es de 230. La gran masa de agua que supone Contreras ha estado un tanto aislada del colectivo de pescadores, en parte por la dificultad de sus accesos y por las distancias entre unos y otros caminos. No obstante, el pescador siente una necesidad «innata» de seguir los caminos de cabras y cuantos obstáculos se le pongan por medio. Lo importante es llegar al agua. La embarcación ha supuesto muchos lucios pescados y una accesibilidad inmediata a los mejores reductos. Si disponemos de ella podemos utilizar tan sólo dos o tres rampas. La primera y la más accesible se encuentra tras pasar los túneles de la autovía dirección Madrid. A menos de un centenar de metros, lleva directamente al agua. Éste es el camino más cómodo para acceder al embalse y el más cercano a la presa. Tiene un único inconveniente: la estrechez del camino, que no permite maniobrar con el remolque, por lo que es difícil bajar una barca de más de cuatro metros o de gran peso. Otro acceso más abierto, pero un poco más lejano de la ciudad de Valencia es el que se encuentra en la población de La Pesquera y a la que se llega tras acceder a Minglanilla, en la cara oeste del embalse. Desde la primera población hay una pista que se encuentra tras pasar el pueblo y que a unos 500 metros se bifurca, debiendo tomar el lado de la derecha que muerte en el pantano, tras cinco kilómetros de camino. La ventaja de este vial es la posibilidad de tomar varias rampas al finalizar el recorrido y de poder maniobrar con soltura, incluso acompañados de varios vehículos. El inconveniente lo pone el nivel del agua, ya que, si éste es muy bajo, dificulta bajar la barca del remolque. Este camino lleva a la parte media del embalse. Se trata de una zona mucho más tranquila e ideal para llegar en compañía sin complicaciones para maniobras y aparcamiento. Hay un tercer acceso al que se llega en el ramal de Villargordo del Cabriel, en la margen derecha del lago, que converge en una de las reculas. Difícil para los remolques, pero otra opción para pescar a pie. Embalse de Cortes La meca del bass en Valencia Cuando un embalse está en sus primeros años de vida suele producirse un gran incremento en número de sus pobladores. Si a eso unimos que exista alimento abundante, el resultado no puede ser otro que una gran reserva de pesca, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Esos es lo que está sucediendo en Cortes, unas aguas que gozan de un merecido prestigio entre los pescadores de depredadores de levante. La meca del black bass. Tan sólo 80 kilómetros separan las aguas del embalse de Cortes de la ciudad de Valencia, y unos pocos menos de las cálidas aguas del Mediterráneo. Un embalse que con sólo unos pocos años de vida, se ha convertido en el más pescado por la afición local, y en la meca del bass en tierras valencianas. La aparición del alburno ha supuesto un aumento importante en la calidad de los trofeos de black bass, sobre todo en el último año, en el que se han batido récords. El Cortes de hoy no tiene nada que ver con el exiguo río Júcar de hace una década. Donde antes se alzaban los grandes farallones que lo caracterizan, en la actualidad hay decenas de metros de agua, incluso llegando al centenar en las zonas más profundas. Antiguamente, el barbo y algunos lucios habitaban las grandes pozas del río, hoy son basses, carpas, lucios y ¡miles de alburnos! los moradores de sus profundidades. Testigos mudos de este embalse han quedado carreteras, puentes, líneas telefónicas y postes de alumbrado bajo ese tono esmeralda que caracteriza al Júcar. Sus aguas rezuman vida subacuática, en gran parte debido a esa abundancia de vegetación que se reparte por sus orillas, y por las grandes masas de pinos que quedaron inundados. La orografía se ve interrumpida por cimas y desniveles característicos de un río profundo de fondo irregular y con abundancia de grandes rocas y cortados. No es difícil, entonces, hacerse a la idea de la profundidad más que respetable de este embalse, siendo su punto medio los 30-35 metros. Es curioso observar cómo, en ciertos lugares, nuestra sonda marcará 65 metros de agua y, pocos metros más adelante, observamos asomar un pino emergiendo de no se sabe dónde. Direcciones de interés Consellería de Agricultura y Medio Ambiente Amadeo de Saboya, 2. Valencia Tel: 96 386 69 00 Confederación Hidrográfica del Júcar Paseo Blasco Ibáñez, 48 46010 Valencia. Tel: 96 369 62 00 Las diferentes especies que podemos encontrar El bass, protagonista. Con el nacimiento del embalse pronto llegaron los pescadores que, desde sus primeros años, han perseguido un único objetivo, el bass. A principios de los 90 sólo unos pocos privilegiados descubrimos los placeres que proporcionaba su pesca, no había grandes ejemplares, pero el bass abundaba por todas partes. Cualquier árbol o grieta en el terreno era excusa suficiente como para obtener un par de piezas. Las embarcaciones del club Alberique Bassmaster fueron las primeras en navegar en sus aguas, convirtiéndolas en escenario de sus concursos sociales. Fueron años en los que las perchas de 20 basses resultaban normales, aunque las grandes piezas salían muy de tarde en tarde, siendo los ejemplares de más de kilo y medio algo extraordinario, pudiéndose contar con los dedos de la mano. En la actualidad, las circunstancias son bien diferentes. El alburno, introducido en el año 94, ha experimentado una gran explosión demográfica en el último año. En los atardeceres de verano, la lámina de agua del embalse permanece lisa como una balsa de aceite, sólo quebrantada por el romper de la superficie de los bancos de alburnos repartidos por todo su perímetro, incluso en el mismo centro del embalse. Un romper más acusado es la señal inequívoca de que alguno de ellos ha pasado a convertirse en menú del bass. Y esto es lo que ha sucedido: el bass ha ganado rápidamente en peso, que no en número, y en 1996, se ha convertido en un año de récords para los que hemos pescado en sus aguas. Los accesos al embalse Desde Valencia cogeremos la N-III en dirección a Madrid, tomando la salida de Buñol. Llegados a este punto nos dirigiremos hacia Macastre por la comarcal, y luego hacia Cortes de Pallárs. Existe otra opción, un poco más corta, pero escogiendo arreteras interiores, partiendo del by-pass vía Torrente. Una vez allí iremos hacia Montserrat, doblando a mano derecha antes de llegar al pueblo dirección Turia. Pasado este punto nos dirigimos a Alborache y luego Macastre. Desde quí ya seguimos la dirección anterior hacia Cortes de Pallárs. Este último camino es más corto y sencillo para aquellos que vivan al sur de Valencia. Si venimos de Madrid hacia Valencia habrá que tomar la desviación de Buñol y más tarde seguir las indicaciones anteriores. Existe una última y divertida manera de llegar a las aguas de Cortes, y no es otra que vía fluvial. Sí, basta llegar al pueblo de Cofrentes y dirigirnos hacia Requena, a la salida del pueblo curzaremos el puente sobre el río Cabriel y tomaremos un pequeño camino a mano deerecha que marcha paralelo al antiguo embalse de Embarcaderos. Sin dejar este camino, llegaremos hasta la misma presa, hoy día desmantelada, en la que podremos bajar nuestra embarcación en una de las dos rampas existentes. Desde este punto hasta Cortes nos quedan 10 o 15 minutos de navegación, dependiendo del motor de nuestra barca. Si venimos desde Albacete, ésta es la opción más utilizada, claro está, siempre que tengamos barca. Los basses cercanos al kilo de peso son legión, mientras que aquellas piezas que, años atrás, llegaban con dificultad al medio kilo, son más escasas. Tanques por encima de los dos kilos siguen siendo raros, pero cada vez es más frecuente superar la barrera de los 1500 gramos. Recuerdo que, en 1995, en un campeonato se consiguió sacar el ejemplar que iba a ser la pieza mayor de la temporada. Tenía una gran cabeza, pero con sus 58 cm. no alcanzó los dos kilos de peso, síntoma claro de una alimentación que en ese momento, por lo menos, no había sido muy abundante. Lucios. Después del bass, el lucio es la especie más demandada por los aficionados que se acercan a Cortes. Su abundancia está limitada por la cantidad de rocas y árboles sumergidos que buscan para ocultarse. Generalmente se encuentra en zonas rocosas, en aquellos cortados que bajan a decenas de metros, o en las playas con grandes obstáculos sumergidos. Ejemplares pequeños hay pocos, ya que el lucio ha encontrado un lugar ideal para crecer, siendo frecuentes los ejemplares de 4 o 5 kilos. Los más grandes rondan los 8 kilos, siendo más frecuente su captura en primavera y verano. Es divertido observar cómo en ocasiones se ceban a los señuelos de superficie cuando pescamos en los cortados y zonas profundas. Carpas. La pesca de la carpa es otro de los muchos alicientes después de los predadores, no así los barbos, que están muy contados y sólo son pescables en la zona de Cofrentes, sin embargo las carpas de variedad común alcanzan muy buenas dimensiones como para divertirse con una caña de inglesa. Son pocos los sitios donde colocar nuestro puesto sin temor a enganches en los pinos sumergidos, que se encuentran a miles repartidos por todas las orillas, pero, pasándonos a otra modalidad, un método muy eficaz es el pescarlas a «pez visto» utilizando cañas de mosca y una imitación de avispa. Las carpas, en su deambular por la superficie, toman los cebos y señuelos arriba sin ninguna contemplación, y, en ocasiones, aquellos crankbaits y jerkbaits destinados al bass. Situación legal Las aguas de Cortes son libres en todo su perímetro para practicar la pesca, aunque esta situación puede cambiar este mismo año, ya que está en marcha un proyecto de acotado. la navegación está muy limitada ya que, además del consabido permiso, se requiere otro específico para este embalse. A ello se suma la dificultad para conseguirlo por la gran demanda que existe y el cupo establecido de embarcaciones. Una vez conseguido este permiso, habrá que respetar una serie de boyas que cruzan el embalse en sentido transversal y que se encuentran a un kilómetro de la presa. Las zonas de embarque se reducen a tres o cuatro accesos muy separados entre sí. Los más frecuentados y accesibles son los situados por debajo del puente que llega al pueblo de Cortes de Pallárs, y la antigua carretera que unía este pueblo con Cofrentes, hoy inundada. Para acceder a la primera, hay que tomar un desvío a mano derecha pocos metros antes de curzar el punete que conduce a Cortes. El segundo acceso se encuentra unos kilómetros antes de llegar al pueblo, en un desvío –también a mano derecha– en el que existe un cruce con una señal que indica «báscula» y en el que se encurntra una caseta. Siguiendo ese camino durante un par de kilómetros, llegaremos directamente al agua. En cuanto a las diferentes especies piscícolas y su regalmentación, las tallas mínimas que refleja la Ley son las siguientes: Lucio: 40 cms. Bass: 25 cms. El período hábil abarca todo el año, aunque, dede 3l 15 de marzo hasta el 15 de mayo, es obligatorio devolver vivas a su medio las capturas realizadas en los embalses. El númeo máximo de piezas por pescador y día es de seis ejemplares en las aguas embalsadas, en el resto no hay cupo. Barbo: 18 cms. Carpa: 18 cms. Trucha arco iris: 21 cms. Anguila: 25 cms. Alburno: No existe reglamentación al respecto, por lo que su pesca no está permitida. Trucha arco iris. En 1996 se empezaron a sacar las primeras truchas arco iris junto a la presa. Se trata de capturas esporádicas, con pesos de alrededor de un kilo de peso, y que entran a los señuelos destinados al bass. Su procedencia no ha trascendido, pero debe ser consecuencia de repoblaciones oficiales ya que aguas abajo del embalse, en el Naranjero, también han aparecido algunos ejemplares. Luciopercas y siluros? Para despejar las dudas sobre los rumores que se vienen escuchando sobre la aparición de estas especies, me veo obligado a reflejarlas aquí, y señalar que lo único que hay es sólo eso, rumores. No ha habido ninguna captura de ambas especies en los últimos años. Señuelos y cebos para las distintas especies Lucio. El pikie en colores naturales y de tallas grandes es la mejor opción para este depredador. En ocasiones entran a los crankbaits destinados al bass, pero cuando de buscarlos en invierno se trata, hay que recurrir al vinilo, con montura plomada de tipo jig. Bass. Hay auténticos especialistas en el manejo del vinilo que logran cuerdas de impresión. Uno de ellos es José Alborch, más conocido como «Pepín», que consigue peces cuando nadie lo hace, y además en tiempo récord. De entre los vinilos, la de más resultado es la lombriz en tonos claros y con reflectantes, también los verdes, aunque van perdiendo eficacia. En la actualidad, el bass ha cambiado de hábitos, y ahora come más arriba, siendo los señuelos de superficie y jerkbaits de vinilo todo un arte. Especial mención merecen los «puros», sin hélices, pero sonoros, en colores verdosos con reflectantes y en tallas no demasiado grandes. Si lo nuestro son las spinnerbaits, sólo hay un color, el azul con palas doradas. En cuanto a los crankbaits, eso ya es otro cantar, pues, según la zona del embalse, cambian las preferencias en cuanto a colores y modelos. Lo mejor es ir variando hasta dar con el señuelo apropiado. Como norma, siempre serán buenos los señuelos alargados con reflectantes. Carpa. No son muchos los aficionados que la pescan, siendo las masillas y los derivados del pan los cebos más empleados. Alburno. Basta con dejar un trozo de pan con abundante miga en la superficie para que sirva de reclamo a los abundantísimos alburnos. El pan y el asticot en anzuelos diminutos forman un conjunto excelente para estos pequeños pececillos. Y en el futuro ¿qué? Sería injusto terminar este dossier sin hablar de los acontecimientos futuros, al menos a corto plazo. En la actualidad existe un proyecto de acotado en la zona, que permitiría otra zona libre en el mismo embalse. En este sentido, tanto los ayuntamientos de Cortes de Pallárs, como el de Cofrentes aprueban tal decisión, así como dotar a la zona de una serie de infraestructuras que atrajesen al turismo, tomando como eje vertebrador las aguas del embalse. De esta manera se crearía un embarcadero y se acondicionarían los accesos para vehículos y embarcaciones, tan necesarios en un momento en el que la demanda crece día a día. En definitiva, se trata de hacer un poco más cómodo el placer de pescar o navegar con una serie de facilidades y servicios adecuados que permitirían una oferta más diversificada del llamado turismo rural. Embalse de Buseo Buseo se caracteriza por ser un embalse de reducidas dimensiones y dotado de unas orillas de suave pendiente que facilitan el acceso a los pescadores. El dilema viene después, cuando hay que elegir entre la pesca de ciprínidos en las orillas o la de lucios y basses en la cabecera del embalse. Mientras que la población de carpas es reseñable, aunque de tamaños pequeños, la de barbos es ocasional, la mayoría procedentes del río que alimenta el embalse. Lucio y black-bass resultan el principal atractivo de Buseo gracias a unos números más que aceptables.

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